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¿Qué es la Corrosión Galvánica?

imagen corrosión galvánica

La corrosión galvánica, también conocida como corrosión por metales disímiles o erróneamente como electrólisis, se refiere al daño corrosivo inducido cuando dos materiales diferentes se acoplan en un electrolito corrosivo. Ocurre cuando dos (o más) metales disímiles entran en contacto eléctrico bajo el agua. Cuando se forma un par galvánico, uno de los metales en el par se convierte en el ánodo y se corroe más rápido de lo que lo haría por sí solo, mientras que el otro se convierte en el cátodo y se corroe más lento de lo que lo haría por sí solo.

El fenómeno de la corrosión galvánica: Interacción de metales disímiles en un electrolito corrosivo

Ya sea que uno o ambos metales en el par se corroan o no por sí solos, cuando hay contacto con un metal disímil, las tasas de corrosión propia cambiarán, es decir que sucederá lo siguiente: La corrosión del ánodo se acelerará. La corrosión del cátodo se desacelerará o incluso se detendrá.

La fuerza impulsora de la corrosión es una diferencia de potencial entre los diferentes materiales. En un par bimetálico, el material menos noble se convierte en el ánodo de esta celda de corrosión y tiende a corroerse a una velocidad acelerada en comparación con la condición no acoplada. El material más noble actuará como el cátodo en la celda de corrosión. La corrosión galvánica puede ser una de las formas más comunes y destructivas de corrosión.

Consecuencias y mecanismos de la corrosión galvánica: Ánodos y cátodos en acción

Un ejemplo práctico de corrosión galvánica podría ser, por ejemplo, el contacto entre un tornillo de acero inoxidable y una arandela de acero con revestimiento de cadmio.

La nobleza relativa de un material se puede predecir midiendo su potencial de corrosión. La conocida serie galvánica enumera la nobleza relativa de ciertos materiales en agua de mar. Una proporción pequeña de área ánodo/cátodo es altamente indeseable. En este caso, la corriente galvánica se concentra en un área ánoda pequeña. Bajo estas condiciones, tiende a ocurrir una rápida pérdida de espesor del ánodo que se disuelve. Los problemas de corrosión galvánica deben resolverse diseñando para evitar estos problemas en primer lugar. Las celdas de corrosión galvánica se pueden establecer a nivel macroscópico o a nivel microscópico. A nivel microestructural, diferentes fases u otras características microestructurales pueden estar sujetas a corrientes galvánicas.

Estrategias de prevención y mitigación de la corrosión galvánica: Protegiendo estructuras metálicas a través de soluciones efectivas

La corrosión galvánica es un fenómeno que puede tener graves consecuencias. La interacción de metales disímiles en presencia de un electrolito corrosivo puede acelerar la corrosión de uno de los metales, lo que puede llevar a la falla estructural y a la degradación de los materiales. Es fundamental comprender los principios de la corrosión galvánica para prevenir y mitigar sus efectos.

En la prevención de la corrosión galvánica, se pueden utilizar diversas estrategias. Una de ellas es el uso de recubrimientos protectores, como pinturas o recubrimientos metálicos, para evitar el contacto directo entre los metales disímiles. Otro enfoque es utilizar inhibidores de corrosión que reduzcan la actividad electroquímica y disminuyan la velocidad de corrosión. Además, se puede implementar la protección catódica, que consiste en la aplicación de un metal más activo como sacrificio, que se corroerá en lugar del metal más noble.

Conclusión

En conclusión, la corrosión galvánica es un proceso corrosivo que ocurre cuando dos metales disímiles entran en contacto en presencia de un electrolito corrosivo. Este fenómeno puede ser perjudicial y causar daños significativos en estructuras y materiales metálicos. Es esencial tener en cuenta los principios de la corrosión galvánica en el diseño y mantenimiento de sistemas y estructuras para prevenir su aparición y minimizar sus efectos. Mediante la implementación de medidas preventivas y la selección adecuada de materiales y técnicas de protección, es posible mitigar los riesgos asociados con la corrosión galvánica y garantizar la durabilidad y seguridad de las estructuras metálicas.

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